martes, 14 de junio de 2011

ASPECTOS PRESENTES EN TODAS LAS EXPERIENCIAS COMUNITARIAS EXITOSAS

Creemos que es importante que quienes vayan a promover la participación en sus respectivas comunidades tengan en cuenta las enseñanzas obtenidas del estudio de múltiples experiencias exitosas. En todas ellas hemos podido encontrar las siguientes características:

Primero: Se ha creado un colectivo para encaminar el trabajo en la comunidad que reúne a representantes de todas las fuerzas vivas de la misma dispuestas a trabajar por la comunidad. Un puntal de ese colectivo han sido los líderes naturales de dicha comunidad, aquellas personas que destacan por su capacidad de movilizar a sectores de la misma. Pero también han formado parte de él aquellas personas que representan actividades y servicios a la comunidad: como la directora de la escuela, el administrador del mercal, el médico, etcétera. Y también representantes de organizaciones políticas y de masas.

Segundo: Se ha tenido en cuenta las tradiciones culturales de la comunidad, su idioma, sus formas de expresión.

Tercero: Se ha contado con un local para reunirse dentro de la propia comunidad.

Cuarto: Han dispuesto de un mínimo de recursos propios para empezar sus actividades, y muchas veces es la propia comunidad la que los provee.

Quinto: Han convocado a las primeras reuniones a partir de las necesidades de la gente.

Sexto: Han comenzado por hacer un diagnóstico de la situación de la comunidad y de los recursos con que cuenta —tanto materiales como humanos—. Algunas han decidido hacer un censo para ver con qué y quiénes se pueden contar.

Séptimo: Han ordenado los problemas y establecidas prioridades de acuerdo a los recursos con que cuentan.

Octavo: Han estimulado la iniciativa creadora de los vecinos

Noveno: Han contado con líderes dispuestos a oír a la gente y a tomar en cuenta sus opiniones.

Décimo: Sus dirigentes han evitado caer en actitudes paternalistas y han procurado que sea la gente misma quien resuelva sus problemas. No han impuesto pautas desde afuera, sino que han apoyado la propia iniciativa de la gente de la localidad. Ésta ha roto con la cultura política de hacer sólo lo que se baja desde arriba.

Onceavo: Han logrado elaborar un plan único de trabajo y luego han ido evaluando cómo marcha el plan y a qué resultados se va llegando.

Por su parte, algunas comunidades han logrado impulsar iniciativas que han dado muy buenos resultados como las que a continuación señalamos:

a. Buscar la forma de generar recursos propios para reinvertir en la comunidad, como, por ejemplo, buscar formas de tratar los desechos sólidos, Hacer actividades culturales y cobrar una pequeña entrada.

b. Dar atención a la persona que presta servicios a la comunidad; demostrando interés por su trabajo.

c. Distribuir lo que llega a la comunidad favoreciendo a los que más participan para estimular la participación. Por ejemplo, si llegaban entradas para una obra teatral se las ofrecían a los que más habían colaborado y era la propia comunidad la que determinaba quienes se lo merecían.

d. Tratar de buscar que quienes tienen más bienes se solidaricen con quienes tienen menos recursos en una comunidad de escasos recursos. Resultó excelente, por ejemplo, que se hiciera un listado de los propietarios de carros que estaban dispuestos a llevar enfermos al hospital gratuitamente. Se hicieron turnos para que siempre hubiese un carro a disposición de la comunidad y ésta reaccionó muy positivamente. Los malandros terminaron cuidando los vehículos de esas personas en lugar desvalijarlos.

Es importante fomentar, despertar la solidaridad entre todos los miembros de la comunidad. Si a un vecino se le presenta una situación difícil en su ámbito familiar, se deben activar los mecanismos de ayuda al prójimo, de cooperación desprendida. De igual forma, esta práctica debe reproducirse en todos los estamentos y niveles de organización popular. Ningún miembro de la organización debe deshumanizarse ante los problemas particulares del compañero, nadie en la organización debe sentirse solo.

e. Buscar la integración y la cooperación de todos, tratando de distribuir las tareas incluidas en el plan de trabajo, de tal forma que se respeten las diferencias y habilidades de cada persona para que cada quien pueda dar lo mejor de sí en ellas.

Tomado de: Herramientas para la Participación. HAIMAN EL TROUDI, MARTA HARNECKER y LUIS BONILLA http://www.rebelion.org/docs/15385.pdf

Herramientas para la Participación

Se habla de participación cuando la gente: a) asiste a reuniones; b) cuando sale a la calle a manifestarse a favor o en contra de algo; c) cuando de manera pacífica se niega pública y notoriamente a comprar, hacer o decir algo que la mayoría considera correcto, d) cuando vota en los procesos electorales, e) cuando ejecuta determinadas tareas: campañas de alfabetización, de vacunación, etcétera; f) cuando hace sentir su voz en una reunión. Todas estas son, sin duda, formas de participación, pero, a nuestro entender, la principal forma es la participación en la toma de decisiones que le afecten e involucren a otros y en el control de la ejecución y mantenimiento en el tiempo de las medidas adoptadas.

BARRERAS DE LA PARTICIPACIÓN Y CÓMO SUPERARLAS

1. ESCEPTICISMO Y APATÍA

Es necesario vencer ese gran escepticismo y apatía reinante siendo muy consecuentes a la hora de prometer soluciones. Jamás se debe prometer lo que no se pueda cumplir.

2. VENCER LA CULTURA CLIENTELAR Y DE OTORGAMIENTO DE FAVORES

Para ello es fundamental que los recursos con que cuentan las instituciones estatales para otorgar servicios y realizar obras en la comunidad no sean distribuidos de acuerdo a criterios individuales de tal o cual funcionario del aparato administrativo, sino luego de una consulta popular donde colectivamente se determinen los criterios de distribución de esos recursos.

En este sentido, la educación popular y sus formas de entender la realidad, los conflictos y la necesidad de cambios la convierten en una herramienta de primer orden en la promoción y sostenibilidad de la participación. 


3. BUROCRATISMO

Achatar la pirámide burocrática evitando tanto en la institucionalidad como en las organizaciones de base el surgimiento de instancias intermedias y procesos artificiales. Las organizaciones deben construir formas de dirección que abran paso a formas de gestión donde los dirigentes sean simples facilitadores de las decisiones tomadas por la mayoría.

4. VERTICALISMO Y AUTORITARISMO

Otra traba a la participación es el estilo verticalista, autoritario, de algunos dirigentes y cuadros administrativos que dirigen autoritariamente, pretendiendo “bajar” líneas de acción a las comunidades sin consultarlas en ningún sentido. Lo que interesa es que se ejecute lo indicado desde arriba, no existiendo preocupación alguna por convencer a la gente acerca de las propuestas que se levantaban.

5. ESCASEZ DE TIEMPO

Hay que tener claro que la participación necesita tiempo: tiempo para hilar una idea, tiempo para expresarse, tiempo para que unos reafirmen las ideas de los otros. Hay que tener claro que la participación necesita tiempo: tiempo para hilar una tiempo para convencer, tiempo para concretar una idea en actividades prácticas, tiempo para señalar y resaltar las ideas correctas y esclarecerlas con argumentos.

6. INCAPACIDAD DE ESCUCHAR

Todos hemos estado presentes en reuniones poco productivas en las que se impone un diálogo de sordos. En tales espacios, los argumentos de unos pretenden ser impuestos a los demás sin que las partes logren ponerse de acuerdo para escucharse. Los gobernantes y líderes no pueden perder el contacto con la gente. Los líderes formales y naturales, así como todos los ciudadanos requieren practicar la cultura del debate. Por ello, es imperativo que nunca se cierre la brecha de contacto permanente entre las partes. Cuando esto ocurre, siempre la fuerza de las mayorías puede apelar a una protesta organizada para que sean escuchadas.

7. DIRIGENTE SABELOTODO

Una barrera tanto o más perniciosa que la anterior es la que produce el dirigente que se presenta ante la comunidad como una persona excesivamente preparada, que conoce al dedillo todos los problemas de la comunidad y sabe cómo resolverlos. Esta actitud promueve la pasividad. ¿Para qué participar si el dirigente tiene todas las respuestas? Ayuda mucho más a la participación que un dirigente trate de estimular que sean los propios asistentes a la reunión los que hagan los diagnósticos y las propuestas, aunque el sepa de Antemano cuáles serán las respuestas.

8. EL ESPONTANEÍSMO DE LAS COMUNIDADES


Éste no es otra cosa que una práctica comunitaria sin definición de objetivos, sin centrar esfuerzos, sin identificar los ámbitos reales de desarrollo. Los esfuerzos se dispersan en un afán de la acción por la acción.

Se debe convocar a la gente a que discuta y participe bajo una agenda construida de manera compartida entre todos los líderes de la localidad. La elaboración consensuada de los puntos y temáticas a tratar, así como el enfoque de las mismas, posibilita el emerger de la cultura de la sistematización, la evaluación compartida y el pensamiento reflexivo. Pero la agenda consensuada debe ser vista como un acuerdo mínimo que puede ser modificado y enriquecido por las propias comunidades en el diálogo de saberes que se genera en las asambleas, plenarias y mesas de trabajo.

9. ASAMBLEÍSMO


Aún cuando las grandes asambleas aparecen como el espacio ideal de participación para mucha gente, no necesariamente lo son. Por el contrario, reuniones con una gran asistencia y falta de preparación pueden ser el lugar propicio para que líderes inescrupulosos manipulen a los asistentes a través de discursos muy floridos pero con escaso contenido.

- Por eso la práctica aconseja que para agilizar la discusión de los problemas y la elaboración de los planes de trabajo sectoriales es conveniente recurrir a reuniones menores (entre 20 y 50 personas), que algunos han denominado mesas técnicas o comisiones de trabajo.

- Les corresponde a estas mesas y comisiones profundizar el diagnóstico y establecer las modalidades de intervención social para la superación de necesidades o para cumplir expectativas

-Los líderes y organizaciones de base consustanciadas con la gente conocen las costumbres de los habitantes de un lugar, saben cuando se dan condiciones más favorables para que la gente asista a las reuniones y suelen contar con un calendario de actividades de acuerdo a estas consideraciones.

- Por otra parte, es errado considerar que quienes más participan en las asambleas son los que mejor trabajan por la comunidad. No hay que descartar que lo que esas personas buscan es sólo hacerse visibles, hacer presencia. En estos casos, el exceso de protagonismo impide una adecuada contribución al desarrollo de las tareas colectivas centrales.

10. FORMALISMO DECLARATIVO  


Por lo general, suelen ser más activas en las discusiones las personas que poseen títulos universitarios, preparación especial, dominio del tema tratado o actitudes como líder. Este hecho configura una distorsión de las reuniones, por cuanto los oradores más aventajados del foro hacen prevalecer sus opiniones por encima de quienes poco intervienen, poseen limitaciones para armar su discurso o simplemente se inhiben para hacerlo. Muchos de ellos se limitan a hacer intervenciones declarativas, de lucimiento personal, que no aportan al análisis ni a la solución de los problemas. En tales situaciones, se debe llamar la atención del exponente, en aras de que concrete su intervención.

Por eso, nos parece muy valioso el siguiente principio que adoptó un grupo comunitario: el que interviene en una reunión asume la responsabilidad de ejecutar la tarea que propone. Eso elimina de inmediato el formalismo declarativo.

11. DOGMATISMO

Ser dogmático significa razonar con recetas prefabricadas frente a los procesos sociales y políticos, sin analizar la situación real del país que se quiere transformar.

El dogmático es aquel que se aferra a ideas fijas, para él nada cambia. La realidad no es dinámica, sino que se reproduce en ciclos reiterativos. Sus reglas son inalterables y se convierten en la única verdad.

Son dogmáticos aquellos que no distinguen entre cuestiones de principios y cuestiones de orden táctico. Rechazan, por ejemplo, cualquier acuerdo con la burguesía, sin analizar antes la coyuntura política y la correlación de fuerzas.

En lugar de que el dirigente piense que sabe todo, es importante que entienda que hay mucho que aprender de los otros. Y no sól
o de las más complejas y abarcadoras sino también de las pequeñas. Nadie puede subestimar una u otra experiencia, todas cuentan y en cada una de ellas encontramos claves para continuar avanzando en la construcción de la democracia participativa y protagónica.

Tomado de: Herramientas para la Participación. HAIMAN EL TROUDI, MARTA HARNECKER y LUIS BONILLA http://www.rebelion.org/docs/15385.pdf



miércoles, 8 de junio de 2011

Estado Y Globalización

El Estado como Sujeto de Derecho Internacional Público


    La Subjetividad Jurídica Internacional, o lo que es lo mismo, la condición de Sujeto de Derecho Internacional Publico, es la actitud que tiene un determinado ente para ser titular de derechos y Deberes Jurídicos Internacionales. Esta actitud es semejante a la Subjetividad Jurídica en Derecho Interno Estatal, tanto en el concepto como en su característica mas importante que es la de ser absoluta. En efecto, la cualidad del sujeto del derecho en el orden jurídico Interno o Internacional es absoluta en el sentido de que un ser humano o un conjunto organizado de seres humanos es o no sujeto del derecho pero no puede ser sujeto medias, es decir, no puede ser más o menos sujeto de derecho que otro.

Hemos apreciado que el Derecho Internacional se ha formado desde los Estados y ha forjado principios para su protección. Es por ello que de la soberanía y la independencia política surge el principio de no- injerencia en asuntos internos y de la prohibición al uso de la fuerza. 
    Sin embargo, con el crecimiento en la trascendencia jurídico internacional de la persona humana, la protección de sus derechos fundamentales más allá de las fronteras y entes soberanos, aparece un límite a la soberanía del Estado. A ello se suman los procesos de integración en virtud de los cuales el Estado cede parte de su soberanía a poderes e instituciones supranacionales. 

Tomado de: http://www.monografias.com/trabajos58/sujetos-derecho-internacional/sujetos-derecho-internacional2.shtml

El Estado Nación en el Contexto de Globalización Neoliberal

      En primer lugar, la intervención del estado resulta más necesaria durante los períodos de recesión económica, no sólo para dinamizar el mercado sino también para hacer frente a las consecuencias sociales que los desajustes económicos van produciendo, con medidas de política y protección social. Estas actuaciones públicas han originado un fuerte crecimiento del gasto público, como consecuencia de la ampliación de los sistemas de protección social, que se ha producido para evitar que la crisis económica condujera también a una crisis social. El período de ajuste y adecuación de las economías nacionales al nuevo contexto internacional está siendo largo, por eso los estados han ido adquiriendo unos índices de endeudamiento elevados, lo que les ha obligado, en los últimos años, a promover políticas restrictivas que se han concretado en la disminución y descenso de los niveles de protección social. Esta situación ha provocado el debate en torno a  la viabilidad del estado de bienestar, a corto y largo plazo, al encontrarse los gobiernos con dificultad para disponer de los recursos financieros necesarios para su desarrollo.
          El modelo keynesiano sobre el que se fundamenta el estado de bienestar, y que se desarrolla a partir de la II Guerra Mundial, otorga al estado una función interventora, que se podría concretar en dos ámbitos:
        1º) Política económica, por medio de la cual el estado se convierte en un elemento dinamizador del sistema económico, cuyo objetivo prioritario es el mantenimiento de la actividad, impulsando la producción, orientando la política de gasto y de inversión, y corrigiendo los desajustes que se van produciendo. El estado adquiere la función de reactivar la economía, especialmente en los momentos en los que el crecimiento constante no está garantizado, debido a las fluctuaciones a las que se encuentra sometido el mercado.
       2º) Política social, a fin de conseguir: a) una distribución de la renta, mediante la financiación de un amplio sistema de servicios sociales de carácter asistencial, y de nuevo sistema de seguridad social, articulado en torno a un principio de reparto, que ha ido sustituyendo al de los seguros privados; b) promover el pleno empleo, estableciendo una política de concertación social que garantice elevados salarios y otras ventajas laborales; y, c) posibilitar los recursos suficientes para fomentar el consumo interno y contribuir al mantenimiento de la productividad.
          Ambas políticas, la económica y la social, requieren una política fiscal, basada en un sistema progresivo y personalizado, que permita generar recursos suficientes para financiar la política económica y social.
         La intervención del estado, como regulador de la vida económica, se justifica por tres razones: primera, para hacer compatible el modo de producción capitalista -en el que prevalece la lógica del beneficio- y el sistema democrático -en el que prevalece la lógica de la participación y de la redistribución-; segunda, para fomentar la actividad económica y lograr la consecución del pleno empleo; y, en tercer lugar, para evitar el conflicto social -tan intenso en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial-,  alejando los peligros de guerras internas, y proporcionando unas cuotas de bienestar y seguridad para todos los sectores sociales.

Tomado de: http://www.ciberconta.unizar.es/leccion/globalcrisis/100.HTM